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¿Qué es pasión?

Pasión es poner nuestros pensamientos fijos en un objetivo y hasta que no lo alcancemos no vamos a dejar de intentarlo. Es necesario que esta pasión sea parte de nuestra vida. Muchos no daban crédito por Isaac, el niño sin brazos, pero él igualmente comenzó a entrenarse en la disciplina de la natación. En otras palabras, él no se dejó intimidar por las limitaciones físicas, tampoco por las limitaciones sociales, nada ni nadie lo correría de su objetivo.
Cuántas veces nosotros, siendo hijos del Dios Altísimo, nos ponemos límites y no nos permitimos avanzar. Creemos los mandatos que los demás nos imponen y no le creemos a nuestro Dios, quien nos dice que no pongamos ningún tipo de marcación que nos impida alcanzar el desarrollo máximo. “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? (Romanos 8:31).

Si su pensamiento se arraiga en su inseguridad diciendo: “No sé hacer esto o aquello”. Déjeme decirle algo importante: ¡Apréndalo!

El no saber no es excusa para no hacer, como tampoco es excusa para no aprender. ¡Busque, dedíquese, lea la Biblia, amplíe su comunión con nuestro Dios! ¿Por qué? Porque cuanto más conocimiento tenga, más cosas podrá poner en práctica para Dios.

Isaac, el nadador sin brazos, comenzó a caminar solo, sin ayuda de otra persona, a los cinco años de edad. Hoy, es un joven de diecisiete años y ya es un exitoso deportista, ganador de varios premios. Isaac es un campeón apasionado.

¿Escuchó en alguna oportunidad hablar a alguna persona que dice: “Yo no puedo, yo no sé, yo estoy impedido.”? .
Pero cuando usted les pregunta cuál es el impedimento, comienzan a poner excusas: la situación de la casa, la falta de trabajo, el matrimonio, etc.

Son entendibles muchas de las situaciones difíciles que puede vivir una persona para no alcanzar su sueño más anhelado, pero que esa circunstancia se prolongue durante toda una vida sin intentar nunca realizarlo, es casi imposible. Aunque haya gente que no espera nada de la vida, usted intente alcanzar aquello que Dios le dice que puede hacer. Apasiónese por obedecer al Señor. No se olvide: “Los apasionados llegan lejos, pero los que no tienen pasión viven todo a medias y nunca lograrán sus objetivos”.

Los que creemos en Dios estamos preparados para llegar a niveles espirituales elevados, y aún más en estos tiempos difíciles para el mundo. ¿Usted no cree que Jesús fue una persona apasionada?, Él vivió y sufrió todo tipo de limitaciones: sociales, económicas, culturales. Pero ninguna de ellas lo detuvo, Jesús conocía su objetivo y nada lo movería de su mira. Él pensaba en usted y en mí.

Pero, sorpréndase al descubrir estas palabras de Jesús: “ El que cree en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre” (San Juan 14:12). Usted piensa que cuando Jesús se refiere a las obras, habla únicamente de las sanidades. Todas sus obras pueden ser igualadas: la multiplicación de alimentos, la predicación a las multitudes, el vencer a Satanás en las tentaciones, etc. Pero, eso no es todo, Cristo nos anima a hacer cosas aún mayores que las que Él hizo. Tal vez, esa meta tan postergada en su vida, es la oportunidad que Dios le da para que este texto se haga realidad en su vida.

Si se ha convencido de que no puede esperar nada grande de la vida, ¡Quite ese pensamiento de su mente y llénese del convencimiento del Espíritu Santo! No debilite su vida con una frustración, ¡inténtelo!

“Un vencedor jamás deserta, y un desertor jamás vence”.

Pastor Alfredo Dimiro

(Porción tomada del libro "El poder de la Pasión")