1. La falta de comprensión de la voluntad de Dios en el matrimonio. Hay cristianos que no comprenden lo que es la voluntad de Dios para el matrimonio. Piensan que la vida matrimonial consiste en el señoreo del uno sobre el otro.
2. El descuido constante del enamoramiento mutuo. La falta de caricias, de besos. Dios no es Dios de descuidos.
3. El descuido de oír la Palabra de Dios, para oír la palabra del diablo. Así como Eva se descuidó de oír la voz de Dios. La fe viene por el oír, pero el miedo también viene por el oír. El diablo tuvo que tomar el cuerpo de la serpiente para manifestarse, y sus palabras fueron corruptas. Luego que Adán y Eva cayeron, todo lo que oyeron fue con miedo. No descuide oír la Palabra, porque el diablo también habla.
4. La mujer que le teme al marido, también cae en maldición. Por consiguiente, les inculca el temor a sus hijos.
5. El marido que se enseñorea de su mujer, deja de ser cabeza protectora de la misma. Un reino dividido no puede prosperar.
6. El hombre que no provee para que la mujer se desarrolle, trae maldición. Como hombres, debemos ayudar a que nuestra esposa se exprese libremente.
7. La  persona que vive con miedo del otro por causa de la inseguridad, está en maldición.
8. La persona que convierte a su cónyuge en dios. Se refieren a ellos como si fueran dioses, pero hay un solo Dios y Creador.
9. La mentalidad de que hay que soportar todo también conlleva maldición, porque toda bajeza es maldición. Y esto sucede cuando se someten a todo tipo de vejaciones verbales y físicas.
10. La mujer que descuida el desarrollo de su marido, la que es piedra de tropiezo para él. En vez de ser ayuda, de acercarlo a la iglesia, lo aleja. Esto es maldición.
11. Que la mujer le preste más atención a los hijos que al marido. Cuando nacen los hijos, se olvidan que existe el marido. Esto no debe ser así. Primero está el esposo.
12. El descuido de sus cuerpos en salud e higiene.
13. El miedo al sexo. Dios lo hizo para bendición. Este descuido trae maldición al cuerpo de Cristo.

Hay tres características que deben existir en un matrimonio, y que cada día hay que buscar. La primera es aceptación. Todo el mundo necesita ser aceptado. Aunque su marido sea duro, aunque no demuestre nada, por dentro quiere ser aceptado. Lo mismo para la mujer. Y cuando hay aceptación no hay críticas, porque estas van muriendo.

La segunda es la aprobación. Es imposible aprobar todo lo que hace la otra parte, porque somos seres individuales y diferentes sino seríamos hipócritas. Pero a todos nos gusta que se nos apruebe, aunque no estemos totalmente de acuerdo con el otro.

La tercera es la apreciación. Esto es lo que le da el sumo valor a la otra persona. Evitar decir que el otro no vale nada. Si hablamos mal del otro, traemos maldición, y si no confrontamos esto, la familia opera bajo maldición. Dios nos llamó a que heredemos bendición. Todo el mundo necesita ser valorizado y apreciado. Cuando se le demuestra apreciación a la otra parte, ésta comienza a cambiar. Empiece a aprobar a su familia, a corregir lo que está mal. Pídale sabiduría al Señor para tratar sabiamente estas cosas, y viva en completa felicidad familiar, sabiendo que con Jesucristo todo se puede.

Pastor Alfredo Dimiro